En PUERTAS ABIERTAS las escenas, las acciones y las relaciones tienes que ir a buscarlas, perseguirlas y vivirlas según un esquema siempre diferente y único, cómo en un sueño colectivo. La máscara que tienes que llevar durante toda la función confiere al espectáculo un aura de misterio y ayuda a un cambio de roles entre actores y público.
Los temas del miedo y de la justicia son los ejes del tejido dramatúrgico. Obsesiones, sentido de culpabilidad, refugio, libertad individual, antihéroes, vigilantes…
Los protagonistas participan de una pesadilla para defenderse de algo que no se sabe qué es. Se crea así un clima de inaccesibilidad a la justicia, de justicia injusta y de injusticia justa. Y arrollados por estas historias fragmentadas como la realidad misma, nos asalta la pregunta:
¿Algún día nos liberaremos de nuestros miedos?”